jueves, 6 de junio de 2013

Salmón con pesto de rúcula.

Tengo que admitir que el salmón fresco no es de mis pescados predilectos. Siempre lo he preferido  ahumado, marinado o en cualquier otra forma, como son terrinas o mousses. Pero desde que descubrí el contraste que hace con las avellanas, lo he introducido (de vez en cuando) en mi dieta. Ese sabor tan intenso propio del salmón, junto con la suavidad que aportan tanto la rúcula con las avellanas y ese toque característico de amargor que éstos le confieren al plato, hacen que la combinación quede en completa armonía.
Para que quede bien, os aconsejo que se haga el salmón a la plancha con un fuego bastante fuerte para que desaparezca por completo la grasa y se quede "crujiente y dorado". Ese es el punto que buscamos. A continuación voy a explicaros cómo se hace el pesto de rúcula. Este tipo de salsa es una variedad del pesto que como su nombre indica se realiza a base de pesto o albahaca italiana, piñones y queso parmesano. En este caso, sustituiremos la albahaca por rúcula y los piñones por avellanas.

INGREDIENTES (4 pax) para un pesto suave:
- 40g de parmesano.
- 20g de rúcula.
- 30g de avellanas.
- Un cuarto (o incluso menos) de diente de ajo.
- Unas gotitas de vinagre de Módena.
- 1dL de aceite de oliva.

Para prepararlo, simplemente tienes que pasar por el robot de cocina o cutter el parmesano, las avellanas, el ajo y la rúcula. Luego añadir el vinagre y el aceite en hilo fino. También se puede realizar en un mortero.
La proporción de ingredientes puede variar según tu gusto y la densidad que quieras obtener de la salsa, así que lo mejor será que lo pruebes a medida que introduces el aceite. Fácil, no? Y el resultado espectacular...



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