lunes, 17 de junio de 2013

Paté a mi manera.

Por qué comprar los típicos patés que venden en el supermercado, cuando puedes hacerlos con ingerdientes naturales, y dándoles tu toque personal  usando tus  especias u otros elementos que más te gusten? Elaborar tú mismo patés y mousses puede tener muchas ventajas, tanto económicas como nutricionales, ya que así evitarás consumir gran cantidad de aditivos indeseables. Además siempre puedes ir innovando ya que las combinaciones que puedes crear son infinitas. Animáte, prueba, y verás lo fácil que puede ser sorprender a los tuyos.


 
La receta que he preparado esta tarde es de un paté de hígado de pollo a la pimienta, de lo más básico, pero tú puedes prepararlo con todos los ingredientes que puedas imaginar, desde distintas especias, quesitos o roquefort, frutos secos, champiñones, o incluso sustituyendo por otrol tipo de carne. En una ocasión lo hice con hígado de conejo y el resultado fue espectacular. Simplemente echarle imaginación al asunto y seguir el procedimiento.

INGREDIENTES.
- Una tarrina  de hígados de pollo.
- Un filete de pechuga de pollo, o un muslo... Para suavizar el conjunto.
- Una cebolla cortada en brunoise.
- Una manzana a dados.
- Un chorrito de cognac, brandy o cualquier otro vino o licor que quieras utilizar como aromatizante.
- Un puñado de avellanas, nueces... (opcional).
- Unos 60mL de nata para cocinar.
-20g de mantequilla o grasa de pato.
- Sal, aceite y pimienta.

Primero pochamos bien la cebolla. Cuando ya esté transparente añadimos la manzana y la dejamos cocer hasta que quede bien blandita.
Agregamos los hígados bien limpios y cortados y el filete de pechuga a trozos. Los salteamos, le echamos sal y la pimienta que queramos recién molida y cuando estén cocinados, flambeamos con el brandy.
Añadimos los frutos secos, que yo he utilizado en esta ocasión unas avellanas que tenía y el resultado ha sido sorprendente,  la nata, rectificamos sazonamiento,  mezclamos y a triturar. En este momento, si lo que quieres es hacer un paté de quesitos para los niños, introduce unos tres quesitos, pero ten en cuenta que tendrás que echar menos nata porque si no te quedará demasiado blando el paté.
Te recomiendo que en este momento, si tienes unas hojas de gelatina  hidrates una y la añadas al paté. Así adquirirá una mejor consistencia.
Trituramos, repartimos en tarrinas y echamos la mantequilla fundida sobre la superficie para que no quede seco, las tapamos y a la nevera. Puedes poner unas bolitas de pimienta o  una hojita de laurel, por ejemplo, para decorar o simplemente distinguirlos.

 

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