domingo, 23 de junio de 2013

Huevos poché.

El otro día fui a ver a una vecina que tiene un huerto y que, sobretodo en verano, suelo comprarle algunas cosas, y vine cargadísima de todo tipo de verduras. También compré huevos de sus gallinas. Todo producto biológico. Lo malo es que entre lo que compré y lo que me regaló, estuve toda la mañana  limpiando, cortando y empaquetando para  congelar algunas verduras para hervidos, paellas, y hacer otras a la plancha. Con el resto que me quedó en la nevera he decidido hacer un pisto de verduras, que siempre viene muy bien para acompañar con cualquier cosa. Esta es una receta que si la haces con el método tradicional es muy entretenida pero si utilizas un buen robot tipo thermomix o taurus mycook, como es  mi caso, resulta muy cómodo y rápido. Básicamente se elaboran de la misma forma, sólo que al utilizar un robot, no tienes que picar las verduras tan pequeñitas y además no es necesario que estés todo el rato pendiente de darle vueltas. Simplemente pones tiempo y temperatura y te olvidas. El resto lo hace tu robot.
Y para acompañar qué mejor que un huevo de esos fresquitos de la granja de la señora Rosa, que tienen una textura y un sabor... Y si encima los haces poché, sin apenas aceite, y aderezado con las especias que prefieras, ahí es cuando de verdad notas la diferencia.


Bueno, lo primero que he hecho es preparar  el pisto. Para ello calentamos aceite, introducimos una cebolla o dos partidas a cuartos, las picamos y luego reducimos la velocidad manteniendo unos 80ºC, hasta que esté pochadita. Echamos sal para que sude .
Entonces introducimos el pimiento unos 5 minutos. Mientras pelamos una berenjena y dos calabacines y cortamos a trozos más o menos grandes e irregulares. Introducimos primero la berenjena, cocemos unos 5 minutos y luego el calabacín, y lo dejamos unos 20 minutos.
Una vez estén cocinados la berenjena y el calabacín, añadiremos el tomate, que si no tienes natural, con un bote de tomate triturado te puedes apañar , y lo dejamos otros 15 minutos. La verdad es que los tiempos no los he medido exactamente, ya que depende del volumen de las verduras. Lo que tienes que ver es que estén bien hechas las verduras antes de introducir  el tomate y que éste coja colorcito. Que quede como frito. Durante los últimos minutos de cocción del tomate he subido la temperatura hasta 110ºC - 120ºC para que termine de evaporar el agua y se quede más seco.
Ah!! Y no olvides echarle al menos dos cucharadas de azúcar para que no te quede ácido al final y rectifica el sazonamiento.

Y con dos calabacines, una berenjena y medio bote de tomate triturado tengo ahora un buen tapper de pisto que seguro me salva alguna comida.


Existen cantidad de formas para elaborar huevos. Ahora bien, si tienes la oportunidad de adquirir huevos frescos te recomiendo que utilices esta técnica. Aunque los  fritos con aceite de oliva están buenísimos, ésta forma de cocinarlos además de tener menos grasa, te da la posibilidad de aderezarlos con cualquier especia, o queso, mantequilla, potenciando así el sabor del producto.
Para poder llevar a cabo esta técnca, necesitas un vaso o un bol pequeño. Lo forras con film que previamente habrás pintado con un poco de aceite de oliva, y dentro de él cascas el huevo. Le echas un poco de sal,  orégano, queso rallado, taquitos de jamón serrano, hierbas provenzales, pimentón,... lo que quieras. Lo cierras como si fuera un paquetito y si puedes ayúdate con un poco de celo para que quede sellado.



Ahora pones una olla con agua a hervir con unas gotas de vinagre. Cuando empiece la ebullición echas los huevos y cuentas cuatro minutos. Una vez transcurrido este tiempo, los sacas y los sumerges en agua fría para detener la cocción.


Resultan exquisitos como acompañamiento de cremas, verduras (un simple hervido en su punto aldente, o unas patatas pochadas), incluso arroces o pastas. Dale un toque de distinción a tus platos a la vez que le sacas el máximo partido tanto en el sabor como al introducir diferentes texturas.

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