Has visto cómo puedes alegrar unos simples cogollos? Pues imagínate cualquier otro tipo de ensalada en la que introduzcas más ingredientes. Aunque pensándolo bien, es que a veces, menos es más...y quizás por eso mismo, me quede con estos cogollos. Eso sí, una lonchita de salmón entre la lechuga y la vinagreta no estaría nada mal.
INGREDIENTES.
- Avellanas.
- Miel.
- Mostaza a la antigua.
- Aceite de oliva (del buenooo!!).
Para hacer la vinagreta, he cogido el mortero, he echado unas cuantas avellanas, las he molido, y luego he añadido un buen chorrito de miel, una cucharita de mostaza de Dijón a la antigua y aceite en hilo fino, mientras mezclaba hasta que ha emulsionado.
Luego partes el corazón del cogollo por la mitad, le echas sal, la vinagreta (SIN ESCATIMAR), y abrillanta con un poco más de aceite de oliva.
Y el resultado es simplemente espectacular, ya que la vinagreta agridulce con los cogollos que tienen un punto amargo... buenísimo. Y no sólo tenemos este contraste de sabores, sino que también de textura, ya que al dejar las avellanas un poco enteras le dan ese toque crujiente que tanto me gusta! Y lo mejor de todo sencillo y rápido.
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