jueves, 13 de febrero de 2014

Panna cotta de hierbabuena con miel de Naranjo y almendras caramelizadas.

Buenas noches!! Menudo descubrimiento os traigo hoy!! Llevaba muchos días pensando en hacer una panna cotta algo distinta. Sobre todo después de oir hablar de la panna cotta de lima, de after eight,... y es que últimamente se ve que están muy de moda. Y tenía un antojo de panna cotta!!! que hasta que no la he hecho no he parado!
Yo no sé las demás pero la de hierbabuena ha sido espectacularr!! Suave, como todas, pero tan sutil y elegante...dulce pero a la vez refrescante... en serio si tenéis la oportunidad, aprovechar y poneros manos a la obra.
 
 
Está buenísima!! Y lo mejor de todo es que en menos de 15 minutos la tienes. Eso sí, os advierto que al tener un sabor que no estamos habituados a encontrarlo en postres,  mejor lo dejemos para paladares adultos. Lo más costoso ha sido encontrar los elementos que equilibren y realcen la hierbabuena. Así que una vez he tenido las panna cottas delante mía, me ha tocado probar con distintas salsas, y elementos para ver con cuál me quedeba. Ni chocolate, ni frutos rojos, ni fresas, ni caramelo... Al final con un poco de miel y almendras. Si es que me parecía que estaba tomándome un té en Marruecos, con esas pastas que sirven...
 Y así es como más me ha gustado. La verdad es que estoy muy contenta con el resultado y el contraste tanto de sabores como de texturas que he encontrado. Ah!! Se admiten sugerencias. Así que si hacéis la receta ya me contaréis!!!
 
INGREDIENTES.
-450 mL de nata 35%m.g.
-4 cucharadas de azúcar.
-15g de hierbabuena fresca.
-3 hojas de gelatina de las de Vahiné, que son algo más grandes que de otras marcas.
- un chorrito de grappa. (opcional).
 
- Un chorrito de miel de Naranjo.
- Unas almendras tostadas, agua y azúcar, o bien un trozo de guirlache de almendra.
En primer lugar pondremos a hidratar las gelatinas en agua fría.
Cogemos un cazo y ponemos a calentar la nata, con el azúcar para que se disuelva bien y las hojas de hierbabuena. Antes de que empiece a hervir apagamos el fuego y dejamos infusionar unos minutos.
Pasamos el turmix, para triturar lo máximo posible las hojas y luego colamos para obtener una nata fina y perfectamente aromatizada. Yo incluso he presionado con una cuchara las hojas de hierbabuena en el colador.
 
 


Vuelve a colocar el cazo en el fuego y disuelve las hojas de gelatina previamente secadas con papel de cocina.
Una vez lo tengas vierte directamente en los moldes y tápalos con papel transparente.
Déjalos enfriar en la nevera durante 4 horas mínimo para que cojan la consistencia adecuada, y puedas desmoldar sin ningún problema. Incluso de un día para otro, mejor.

 
Una vez completamente frías las panna cottas, desmolda en el plato, y acompaña con un poco de miel y unas almendras caramelizadas.
Para prepararlas, coge un cazo, echa un poco de agua y azúcar y prepara un caramelo rubio. Añade las almendras cuando empiece a hervir. Cuando adquiera cierta consistencia, vierte en caliente sobre un tapete de silicona y trocea mediante un mazo o en el mortero. También puedes triturar directamente un trozo de guirlache de almendra en un mortero. La verdad es que merece la pena (mucho!!) porque aporta una nueva textura al plato y un toque amargo.
 
 
 

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